02/11/2020

Los cazadores matan casi el triple de hace diez años

Aunque las licencias han caído un 16%, la caza mayor multiplica sus 'piezas cobradas' de las especies más comerciales, que incluyen gamos, corzos o rebecos; mientras la federación pide ser considerada "actividad esencial" para no estar sujetos a las restricciones de movimiento del estado de alarma.

El lobby de los cazadores publica directrices para redes sociales: "Coloca al animal como dormido, sin mostrar la sangre".

Paradoja cinegética en España: a menos cazadores, muchos más animales abatidos. El campo español está experimentando este fenómeno durante los últimos diez años ya que, aunque las licencias vigentes han caído un 16%, los cazadores han triplicado los ciervos, jabalíes, gamos, corzos o rebecos que matan cada temporada. Han pasado de acabar con 227.000 piezas de caza mayor en 2008 a las 639.000 cobradas en 2018, según los datos del Ministerio de Agricultura. Al entrar el país en estado de alarma por la pandemia de COVID-19, los cazadores han reclamado ser considerados "actividad esencial".

España está ahora inmersa en plena temporada de caza mayor. Época de monterías y rehalas de perros que acosan a los grandes trofeos hasta los puestos de tiro. Una modalidad especialmente rentable de la caza comercial y deportiva cuyos trofeos se han multiplicado por tres. El avance de este nicho de negocio puede verse reflejado en el incremento de los permisos para las armas empleadas en las cacerías de ciervos o jabalíes: las armas largas rayadas han pasado de 329.067 a 348.803 entre 2017 y 2019, es decir 19.736 licencias más (un 6% en dos años), según una respuesta gubernamental al senador de Compromís, Carles Mulet.

Leer noticia: Diario.es

Imagen: Estadística Anual de Caza - Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

El furtivismo una actividad sin límites para la destrucción de la vida salvaje.

El furtivismo una actividad sin límites para la destrucción de la vida salvaje.

Campaña para hacer de Collserola un territorio libre de caza

Campaña para hacer de Collserola un territorio libre de caza