Según la revista Scientific American, la continuada masacre de elefantes puede llevarlos a la extinción en tan solo unas décadas.
Lejos de desaparecer, la caza furtiva, se encuentra muy presente en los parques naturales africanos y los elefantes forman parte de los grandes objetivos de los cazadores que, matan a estos animales, para vender sus colmillos.
Una investigación realizada entre los años 2010 y 2012 revela que 100.000 elefantes fueron víctimas de la caza furtiva. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) asegura que cada año más de 20.000 elefantes son víctimas de los cazadores.
Países como Kenia, ha demostrado en diversas ocasiones su rechazo, quemando el marfil incautado. En abril del 2016 fueron quemadas 105 toneladas de marfil para dar de este modo un mensaje a las mafias.
El furtivismo una actividad sin límites para la destrucción de la vida salvaje.
Campaña para hacer de Collserola un territorio libre de caza
