Un reciente estudio recopilatorio nos ofrece el balance de resultados más silenciado: En España en los últimos 15 años (entre el 2000 y 2016) más de 5.000 personas han sido víctimas de las armas de fuego largas, (y largas recortadas) de las cuales cerca de 1.500 resultaron muertas y más de 3.500 heridas de distinta consideración.